Tranco del Lobo 

Según versión oral transmitida por personas mayores, se denomina así: “Tranco” por la estrechez del río Júcar y “Lobo”, porque había lobos que saltaban de una parte a otra del río, hasta principios del siglo XX, en ese paraje poblado de monte de pinos y arbustos.

En 1921, el Ministerio de Fomento, autoriza la cesión de terreno de Monte “Derrubiada” a favor de Electra Industrial, para construir una central Hidroeléctrica en el indicado Tranco del Lobo, obra que se termina de construir  en 1923.

En 1925, la anterior empresa hace la transferencia de obra e instalaciones a la Sociedad Hidroeléctrica Española. Ésta edificó 17 viviendas para los empleados fijos de la Central y una Ermita que se habilitó además para Escuela de niños. El 15 de Octubre se celebraba la festividad de Santa Teresa de Jesús, que fue nombrada como Patrona del poblado.

Esta zona es un lugar idóneo para la
práctica del senderismo y la pesca.En sus inmediaciones, se pueden observar aves acuáticas, como el ánade real, garza, así como aves rapaces como el halcón peregrino, el águila real y el águila perdicera. Además es una zona frecuentada por jabalíes y cabras montesas. En sus aguas se pescan lucios, black bass, carpas, cangrejos y algún berbo.
Alberga una variada flora de clara influencia levantina, entre las cuales se encuentran varias en el Catálogo Regional de especies protegidas.
La zona boscosa, poblada de pinos carrascos y junto al cauce del río, crece un frondoso bosque de ribera con chopos y varios sauces.

Todo ello, ofrece un conjunto de extraordinaria belleza.


Parajes, Casillas

Los Galineros del campo son la construcción típica del pueblo y más antigua del campo. Se parecen a las jaulas o gallineros portátiles que se hacían de mimbre para transportar gallinas.

De forma cónica, están hechos de piedra del terreno. Abiertas por la puerta y la cúspide. Ésta última hace chimenea, y sirve de iluminación y ventilación.


Era un lugar donde tanto comían los caballos como se hacía la comida para las campesinos, a modo de cocina. También les servía de albergue.

 

Las Salinas de Lázaro

Antiguamente y hasta el año 1969 se fabricaba sal en la zona, en una balsa a la que le echaban agua del manantial de las salinas, tres veces a la semana para que cristalizara por evaporación del sol.
A partir de 1970, los baños de las “Salinas de Lázaro” se usan para tomar baños ya que sus aguas se le atribuyen propiedades para el reuma y artrosis.

 

  


Fuentes naturales

Entre los numerosos manantiales que nacen en el término, destacamos los siguientes que son de aguas medicinales: Baños del Cuco, Salinas de Lázaro, Manantial de la Salaboreja, Fuente del Lavadero y Fuente del Amajal.


Foto: Casas de Ves dron La Amajal

Valle del Cabriel

La ribera del Cabriel, uno de los ríos más cristalinos de Europa, constituye la ruta ideal para los amantes de la naturaleza. Recomendamos que para disfrutar de toda la belleza de esta zona el recorrido se haga a pie o en bicicleta, bien provistos de equipos, agua y víveres. Rodeado de bosques y parajes totalmente vírgenes de notable interés ecológico, sus nacimientos de aguas termales fueron, al parecer, origen de asentamientos primitivos, así lo demuestran los restos de pinturas rupestres de sus márgenes.

De este a oeste, partiendo de las Casas del Río, donde se encuentra una noria del s.XVII, hoy restaurada y en funcionamiento, llegamos a Cilanco, aldea que conserva muestras típicas de la arquitectura tradicional como uno de los antiguos lavaderos y un cuidado sistema de distribución de aguas para el riego de sus múltiples huertas.

En Villatoya resulta imprescindible la visita al Balneario de la Concepción, data de 1.848 y sus aguas termales tienen excelentes propiedades medicinales.

Apenas unos kilómetros más llegamos a la antigua central de El Retorno. Siguiendo el curso del río encontramos La Terrera, paraje dotado de instalaciones que funcionan como Aula de Naturaleza, unos metros más arriba, el Balcón del Ensueño, un mirador que nos muestra toda la belleza del valle que surca este hermoso río.

Después el camino nos lleva a Tamayo, allí conviene hacer echar un vistazo a los restos de una calzada y un puente romanos.

Cabriel arriba, otro de los buenos lugares para darse un buen baño es el paraje denominado La Rueda. Muy pronto se llega al Molino de los Batanes y seguidamente a Los Cárceles, aldea todavía habitada que dispone de una buena zona de recreo donde disfrutar del paisaje, teniendo como fondo uno de los puentes más espectaculares sobre el Cabriel de la inacabada línea de ferrocarril Baeza-Utiel.

El río continúa, aunque sus mejores parajes en La Manchuela ya han quedado atrás. Sin embargo las posibilidades turísticas no se agotan.

Como alternativa próxima al Valle del Cabriel, puede disfrutar de la comodidad de un alojamiento y conocer la cultura y gastronomía de pueblos cercanos al río. Tal es el caso de los pueblos que componen el denominado Rincón de Ves, equidistantes del Júcar y el Cabriel: Casas de Ves, con un excelente retablo churrigueresco en la iglesia de Santa Quiteria, obra barroca (s.XVII - XVIII) y el Ayuntamiento (s.XVIII) hoy restaurado, así como las Salinas del Cuco, de propiedades curativas. Balsa de Ves, también con una parroquia barroca del s.XVIII y Villa de Ves.

Foto: Embalse el Molinar

Fuente: Rutas turísticas de la Manchuela Diputación de Albacete